Esta investigación se enfoca en analizar la seguridad de los ciclistas en la ciudad de Río de Janeiro, utilizando datos geográficos como base para el análisis. Se llevó a cabo una revisión temática de la literatura para identificar y establecer los factores que inciden en la seguridad de los desplazamientos en bicicleta, lo que resultó en la identificación de ocho categorías de factores relevantes. A partir de estas categorías, se construyó un modelo espacial que incluye cuatro aspectos clave: características de la infraestructura para bicicletas, condiciones de interacción con el tráfico vehicular, elementos ambientales y contextuales, y seguridad pública. Para la elaboración de este modelo, se recopilaron datos geográficos disponibles públicamente, provenientes de portales locales y nacionales, así como de proyectos colaborativos. Estos datos fueron procesados y organizados mediante técnicas geoespaciales para analizar la ciudad y generar mapas que visualizan la distribución de los factores de seguridad y la identificación de puntos críticos de riesgo. Los resultados obtenidos revelan que, a pesar de la disponibilidad de información geográfica básica, se requiere una actualización e integración de datos para obtener análisis más sólidos y precisos sobre la seguridad en la movilidad en bicicleta en la ciudad. Sin embargo, se pudieron obtener datos relevantes sobre factores de gran importancia. En cuanto a la infraestructura para bicicletas, se encontró que la ciudad cuenta con una red de aproximadamente 454 km, pero con variaciones significativas en términos de calidad y seguridad. Las zonas turísticas y recreativas, especialmente en el sur y en Barra Tijuca, presentan infraestructuras en mejores condiciones, aunque enfrentan altas tasas de accidentes y delitos. En contraste, la zona oeste de la ciudad tiene condiciones regulares y deficientes en términos de infraestructura, con áreas compartidas con peatones y marcaciones de pintura insuficientes. Además, se identificó una notable ausencia de infraestructura en la zona norte, que también es vulnerable a eventos climáticos extremos y a problemas de contaminación.